¿Tenéis ganas de despertar vuestra sensibilidad, alimentar los sentidos, e incluso erotizar la vida sexual? Hoy presentamos el masaje tántrico o el abandono de uno mismo que abre las puertas a otra forma de comprender la relación. Veamos algunas razones por las que es bueno practicar el masaje tántrico, tal y como se realiza en el Estudio Inés Tantra.

El masaje tántrico
Habitualmente, el masaje tántrico se practica totalmente desnudo, sin toalla o tanga en las partes sexuales. El masajista o la masajista utiliza un aceite caliente. Contrariamente a otras técnicas de masaje, este no posee formas fijas ni normas demasiado establecidas. A la vez sensual, envolvente y energizante, el masaje tántrico consiste en grandes movimientos que unen todas las partes del cuerpo y donde las manos del terapeuta tocan los siete chakras o puntos de energía.
La técnica tántrica
Los movimientos de masaje, presiones y roces son suaves y lentos, hasta el punto que es difícil de seguirlos mentalmente. Las manos del terapeuta se deslizan desde los pies a la cabeza del paciente, como si acariciara todo su cuerpo. La idea está en introducir en el cuerpo una vibración, que haga que cualquier otro pensamiento sea difícil.
El origen del masaje tántrico
Como su nombre indica, el masaje tántrico es uno de los rituales enseñados en los Tantras, los libros sagrados esotéricos que han conseguido llegar a una de las formas del hinduismo. El masaje tántrico bebe de la influencia de las tradiciones milenarias, a la vez indias y chinas, y que hoy en día ha llegado hasta nosotros a través de un gran respeto a la tradición.
Todo el cuerpo se ve afectado, y la región sexual tampoco está excluida del masaje. A lo largo del masaje tántrico, la respiración es fundamental, profunda, efectuada por el diafragma, y tiene por objetivo distender al paciente, desbloquear sus emociones, y permitirle acceder a sensaciones beneficiosas al tacto. Conviene saber entregarse totalmente antes de someterse a este tipo de terapia.
Un masaje sensual
Particularmente sensual, el masaje tántrico tiene por primer objetivo la conciencia del cuerpo, fuera del control mental, lejos de los gestos y comportamientos automáticos de la vida cotidiana. En la tradición tántrica, estos movimientos de masaje despiertan la inspiración en la mujer y las fuerzas vitales en el hombre. Este tipo de masaje se adapta perfectamente a mujeres y hombres que necesitan hacer circular su energía sexual, y erotizar su relación.