Desde el inicio de la competición, 60 parejas se han puesto en contacto con el psicoterapeuta Volker van den Boom, fundador en Aquisgrán (oeste) de una consulta especial para hacer frente a los problemas nacidos debido a la Copa del Mundo.
La idea le llegó tras los dos últimos grandes eventos futbolísticos, la Copa del Mundo de 2002 y el Campeonato de Europa de 2004. «Dos o tres semanas después de estos torneos, parejas al borde del divorcio vinieron a mi gabinete y esta vez he preferido adelantarme a los acontecimientos», explicó a AFP.
En cada ocasión, el especialista escucha los sempiternos reproches de mujeres que se sienten despreciadas por sus maridos, quienes a su vez se quejan de ser constantemente criticados a causa
de una pasión deportiva no compartida o se sienten molestos por la ignorancia de sus esposas en materia de fútbol.
No sólo «las mujeres que no se interesan por el fútbol pueden desarrollar una cierta forma de celos, ya que su marido pasa más tiempo con sus amigos», sino que «algunas, a menudo las menores de 30 años, ponen a sus maridos celosos al sentirse atraídas por los futbolistas», constata el doctor.
El consejo del especialista es claro: «Yo les aconsejo pasar a ellas a la acción… en la cama» más que enfadarse con sus maridos. Para prevenir una escalada de peleas, el doctor no duda en estar con ellos durante los partidos.
En los domicilios de 15 de ellos, ha analizado su comportamiento y aprovecha el descanso para darles los consejos. El peligro está cercano a menudo «cuando el hombre y la mujer son aficionados al fútbol y defienden cada uno su punto de vista diferente sobre el juego», advierte Van den Boom, que recuerda a sus clientes que justamente «sólo se trata de un juego y que no hay que tomarse las cosas demasiado en serio ya que todo habrá terminado el 9 de julio», día de la final de Berlín. En su gabinete berlinés, el psicoterapeuta Florian Krempel constata también que «la Copa del Mundo es un tema cada vez más abordado en las sesiones de terapia de pareja».
«Es un tema que puede conducir al divorcio o puede también llevar a heridas importantes», afirmó a AFP. Según él, las más vulnerables son las parejas que no han aprendido a expresar sus pensamientos y han acumulado frustraciones y rencores. A todas estas parejas que viven al ritmo de 64 partidos de la competición, se les recomienda que disfruten del fútbol sin buscar resquemores.
«La solución es aprovechar los momentos en que no hay partidos para hacer cosas juntos, como una cena en un restaurante o un paseo», sugiere Klampfer. También una solución puede ser «acordar un contrato, estipulando que un día u otro de la semana no habrá fútbol». Invitar o forzar a la esposa a seguir el partido puede ser contraproducente, afirman los especialistas.
El evento deportivo ha tomado tal dimensión en la vida de los alemanes que el número de bodas ha bajado en esta época respecto a otros años.