El porno español es ante todo sencillo y eficaz. El escenario comienza normalmente por un encuentro en la playa, en Benidorm o en Barcelona, y se termina por un encuentro sexual tórrido en un apartamento con terraza y vistas al mar. Las actrices porno están dotadas de un físico extraordinario, conjugando belleza del rostro, perfección de las curvas, sensualidad y exotismo.
Apolonia Lapiedra, la estrella del porno español
Esta maravillosa morena fresca y sexy, se acaba de llevar el premio Ninfa Awards 2015, una recompensa entregada en el Salón Erótico de Barcelona, en las categorías de Mejores Estrellas y Mejor Escena X. Apolonia Lapiedra nació en 1992 en Hellín, y vive actualmente en Alicante. Debutó en el porno en 2005 para las productoras Mofos y ese mismo año rueda para Private y CumLouder.
Con sólo 23 años, Apolonia Lapiedra es una estrella de 1,60 m, 45 kilos, piel bronceada y unos labios carnosos y sensuales. Está dotada con un pequeño culo redondito y unos senos puntiagudos, naturales y coquetos. Esta joven principiante del porno se distingue por su frescura natural y su juventud, así como por su temperamento chispeante y simpático. Su piel exótica, sus grandes ojos negros y sus labios sensuales le confieren un estilo de belleza provocador y no menos excitante.
Nekane, la nueva estrella del porno español
Nekane tiene dos grandes senos pesados y magníficamente firmes 100% naturales, un buen trasero redondeado y una boca pulposa y golosa ideal para chupar a los más hermosos especímenes de la pantalla. Con orgullo presentamos a Nekane, la nueva estrella del porno español, una joven de talante natural, espontaneidad y sensualidad en producciones porno elegantes y crudas, endiabladamente excitantes.
No cabe duda de que es la digna heredera de Rebeca Linares y la nueva musa de las producciones CumLouder, el imperio mediático del porno español. Nekane nació y vive en Granada. Debutó en el porno con la edad de 18 años en videos de sexo realizado por Torbe. Esta magnífica estrella con un pecho divino se revela con una espontaneidad y una naturalidad llamativas en una escena porno hardcore, como la vida misma.