Todas queremos lucir una melena abundante, brillante, sedosa y
resistente. ¿Y por qué no lo desearíamos si es lo que vemos a cada rato en comerciales publicitarios, revistas y películas? Sin embargo, para nosotras las mortales no resulta tan fácil. Nuestro cabello se reseca, se quiebra, se ve opaco y es víctima del frizz. ¿No es así?
Y peor aún: muchas de nosotras sufrimos de males –tan comunes pero tan mal vistos en las mujeres- como caspa, caída de cabello o incluso alopecia. Estos problemas nos hacen sentir menos bellas, afectan nuestro autoestima y muchas veces nuestra capacidad para relacionarnos con los hombres. Pero esto no tiene por qué ser así siempre. Podemos ser dueñas de una cabellera bella y saludable, que atraiga miradas y nos haga sentir orgullosas.
Existen muchos productos cosméticos de los que podemos echar mano para mejorar el aspecto de nuestro cabello. Es importante que elijamos el shampoo que va de acuerdo con nuestro tipo de cabello: si es seco, graso o mixto (seco de las raíces pero graso de las puntas). Asimismo, deberemos elegir un acondicionador suave, no muy perfumado, y aplicarlo únicamente en las puntas. Después de bañarnos –con agua tibia, claro está: el agua hirviendo es enemiga acérrima de un cabello sano-, podemos aplicarnos alguna crema para desenredar las puntas que a la vez nos ayude a hidratar.
Las mascarillas hidratantes hacen maravillas. Las mejores son las que se venden en los salones de belleza; son más caras, pero valen la pena. Si no queremos vaciar nuestros bolsillos, podemos crear nuestra propia mascarilla en casa. Podemos crear una a base de aguacate y aceite de oliva, y aplicarla en el cabello húmedo durante unos cuantos minutos. Otra que nunca falla es la de mayonesa y huevo crudo. ¡Infalible!
Por último evitemos en lo posible usar productos químicos como cremas modeladores y gel, o alisar nuestro cabello a diario. Pronto observaremos la diferencia.