Aunque las parejas del mismo sexo ya pueden casarse en nuestro país desde 2005, el fallo del Tribunal Constitucional esta semana ha traído por fin la tranquilidad a las muchas parejas gays que se han casado durante estos siete años, y a las que piensan hacerlo en el futuro. El propio tribunal, la mayor instancia jurídica a nivel estatal en España, ha declarado como constitucional y por lo tanto legal y valido el matrimonio gay en nuestro país. El fallo llega siete años después de que el PSOE lo aprobase, pese a los escollos que ha puesto el Partido Popular en todo momento, quien no considera que la unión entre personas del mismo sexo sea matrimonio.
Así, España se une a un total de once países que tienen legalizado el matrimonio homosexual. Estados como Argentina, Paises Bajos, Bélgica, Canadá, Suráfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia y Dinamarca, además de algunos estados de EE.UU, como Massachussets, Nueva York o Vermont, algunos estados de México, como Quintana Roo, y zonas de Brasil. En otros países, como Alemania, Reino Unido o Italia está legalizada la unión civil entre personas del mismo sexo, pero no se llama matrimonio.
Este fallo supone también un respaldo absoluto a la comunidad gay en España, que veía amenazada su igualdad con la pareja tradicional tras la llegada al gobierno del PP, partido que siempre se ha mostrado contrario a que tengan los mismos privilegios que las parejas de hombre y mujer. Así pues, los gays y lesbianas españoles podrán seguir casándose y contrayendo por tanto matrimonio, así como adoptar niños, en igualdad de condiciones con las parejas tradicionales.
España se coloca así a la vanguardía en este tipo de leyes, algo que
sin duda beneficia socialmente al país y da una buena imagen de aperturismo y modernidad que debería ser seguida por otros países europeos y americanos en los que todavía se siguen mostrando ciertos prejuicios contra los homosexuales.